Peelings

 

El peeling químico es una técnica utilizada para mejorar el aspecto del cutis.

Consiste en la eliminación de distintas capas de la piel mediante la aplicación de un agente químico irritante o cáustico. Esto produce una renovación de las capas de la piel siendo sustituidas por otras nuevas de mejor calidad, con menos manchas y arrugas y mejor textura.

El peeling puede ser físico o químico, y según el agente utilizado se obtienen distintos beneficios. Entre ellos el aumento del colágeno que mejora las arrugas, despigmentación de manchas o el control sobre la grasitud y bacterias en las pieles con acné.

Se usan para mejorar el aspecto de la piel dañada por el sol, para la rosácea, disminuir arrugas, mejorar las cicatrices de acné o varicela y decolorar o eliminar manchas. Dependiendo del poder de penetración de la sustancia química se eliminarán más capas de piel. A mayor profundidad, mayores efectos pero también más riesgos. Aunque el peeling está indicado en casos de envejecimiento fisiológico o solar y para el tratamiento de manchas y acné, también puede emplearse como un medio para “mantener una piel sana, tersa, libre de impurezas y luminosa.

Entre las sustancias empleadas en el peeling se encuentran el fenol y los ácidos glicólico, tricloroacético, salicílico y kójico. La elección de estas sustancias dependerá del objetivo del tratamiento (despigmentante, antiacneico o antiarrugas). En todos los casos se consigue mejorar la calidad de la piel y la producción de colágeno y elastina.

Hay 3 tipos de peeling según la profundidad de su efecto:

-. Peeling superficial: Cierra los poros, atenúa las cicatrices originadas por el acné y las arrugas finas. Además, aporta uniformidad al tono de la piel y un aspecto más juvenil y saludable. Este tipo de peeling ayuda a controlar el acné, las foliculitis y las secreciones sebáceas, y pone a la piel en mejores condiciones para recibir cualquier tipo de tratamiento dermatológico. Los peelings superficiales se realizan fundamentalmente con alfa-hidroxiácidos (ácido glicólico), ácido tricloroacético (10-15%).

-. Peeling medio: Está indicado en el caso de envejecimiento solar o tóxico ya que actúa sobre las arrugas finas y de profundidad media y para controlar las manchas producidas por el sol. También se emplea como paso previo o complemento de muchos tratamientos como la microdermoabrasión, lifting o rellenos. Para los peelings medios se emplean mascarillas de ácido tricloroacético al 11 y 16%, la solución de ácido tricloroacético del 35% al 50% o la solución del fenol al 88%.

-. Peeling profundo: Con resultados espectaculares, el peeling profundo consigue actuar sobre las arrugas superficiales, medias y profundas, eliminar manchas solares y queratosis. Asimismo, produce la retracción de la piel, lo que ayuda a mejorar notablemente los problemas de flaccidez. 

 

CONSIDERACIONES IMPORTANTES ANTES DE SOMETERSE A UN PEELING

-. Advertir del uso de cremas de ácido retinoico no prescritas por su dermatólogo o de la realización previa de peelings, implantes, inyección de toxina botulínica, maquillaje permanente o cirugía reciente.

-. Si ha empleado isotretinoína oral en los últimos 6 meses, debe de esperar para la realización del peeling ya que pueden aparecer efectos indeseables.

-. En caso de que haya sufrido un herpes en las últimas dos semanas o de que presente historia de herpes de repetición debe de advertirlo ya que el peeling puede provocar una reactivación del mismo en caso de que no se prevenga.

-. Antes de la realización del peeling debe evitar el uso de rayos UVA o exposiciones extensas al sol.

-. Avisar de los fármacos que esté utilizando antes de realizar el peeling.

-. Es recomendable evitar en la semana previa a la realización del peeling la realización de limpiezas de cutis, uso de esponjas abrasivas o depilaciones.

La periodicidad del peeling también dependerá del objetivo del tratamiento así como de la sustancia empleada. En los peelings para aportar luminosidad al rostro se realizan entre cuatro y ocho sesiones semanales o quincenales. Una vez obtenidos los resultados deseados se hace una sesión de mantenimiento cada cuatro o seis semanas. Cuando la intervención en la piel es profunda, las sesiones se espacian más en el tiempo y el tratamiento completo se repite una vez al año. Si el peeling es muy profundo no suele repetirse en años.

Durante el procedimiento se puede notar una leve sensación de picazón más intensa cuanto más profundo sea el peeling. De forma excepcional puede aparecer lagrimeo, enrojecimiento, inflamación y costras.

Después del tratamiento la higiene es inexcusable, es imprescindible la protección solar y evitar la exposición directa al sol. Cada paciente contará con un tratamiento personalizado, que puede ir desde la aplicación de cremas hasta complementos dietéticos, para mejorar el problema específico que presenta su piel. Debe seguir mis consejos para evitar infecciones bacterianas, herpes, cicatrices, alteraciones de la pigmentación y alergias. En caso de que quiera maquillarse es recomendable esperar al menos 30 minutos después del peeling para que el pH de la piel se normalice. Tampoco se debe exponer a calor, saunas o realizar ejercicios físicos hasta la semana siguiente a la realización del peeling. En los peelings superficiales el paciente presenta una reacción similar a una quemadura solar que desaparece en 3-4 días. En el caso del peeling medio la reacción dura entre 7 y 10 días. Tras el tratamiento el paciente presentará un enrojecimiento y descamación de la piel, más intensos y duraderos cuanto más profundo sea el peeling.

La mejoría de la piel se nota después en 1 o 2 días con los peelings más suaves hasta 1 mes con los más intensos. El enrojecimiento cutáneo con los peelings profundos puede durar hasta 6 meses.